Describe espeluznantes acciones de violencia, de muertes crueles sólo ejecutables por seres humanos colmados fanáticamente de un odio que les hace inventar y ejecutar las más crueles acciones empleando así su libertad, su racionalidad y su inteligencia en destruir, en asesinar, disfrutando plenamente y sin medida del sufrimiento que ellos mismos causan.

El único ser del reino animal que puede y obligatoriamente tiene que elegir el rumbo de su vida es el hombre, los otros animales no gozan de ese privilegio y obedecen a instintos: sólo luchan y matan en defensa propia, por la posesión de la hembra o del territorio de supervivencia, pero cuando el opositor muestra señales de vencimiento generalmente le permiten huir, tampoco al parecer disfrutan de la crueldad. El ser humano saturado de odio es capaz de idear y de llevar a cabo acciones que harían avergonzar a las fieras si tuvieran esa capacidad.

 

Apartes del prólogo de Ramón Córdoba Palacio

Peso 0,6 kg
Dimensiones 24 × 18 × 3 cm